El sector productivo realizó su evaluación anual donde destacó los logros más importantes que se efectuaron durante el 2022. Oscar Mario Justiniano, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), informó que las exportaciones de origen agropecuario, hasta el mes de octubre de la presente gestión, llegó a 2.015 millones de dólares, creciendo un 38% respecto a 2021, mientras que la cantidad exportada fue de 2,9 millones de toneladas, un 22% más que el 2021.
Así mismo, destacó que al primer semestre de 2022, el sector agropecuario lideró el aporte al PIB con un 18%, siendo el sector que genera mayor cantidad de empleos, brinda seguridad alimentaria, genera divisas, dinamiza diversos sectores y crea bienestar para las familias bolivianas.
Justiniano manifestó que debido a la sequía en dos campañas consecutivas y al leve incremento de la superficie cultivada en el último año, la producción agrícola mostró una reducción significativa, pasando de 16,04 millones de toneladas en 2021 a 15,63 millones de toneladas en el año 2022, equivalente a una disminución del 2,53%.
Destaco que la actividad pecuaria recibió mayor impulso del rubro porcícola cuyo crecimiento fue 15%; la avicultura de carne creció 9%, bovino de carne 3,8%, mientras que el rubro bovino de leche registró crecimiento de 0,4%.
En cuanto a las proyecciones para la campaña de verano 2022/2023, inicialmente el sector agrícola prevé sembrar 1,6 millones de hectáreas con cultivos industriales, lo que significa un crecimiento de 5,44% con relación a 2021/2022, motivado por el incremento de los precios internacionales, lo que genera cierta expectativa en los productores de granos. En el rubro pecuario, de continuar la actual situación, en 2023 se tiene un escenario complejo debido principalmente a los elevados niveles de precios proyectados para los principales insumos.
En cuanto a perspectivas internacionales, manifestó que es importante considerar el informe de la FAO, donde prevé que, para este decenio, las mejoras del rendimiento representarán 80% del crecimiento previsto de la producción. El crecimiento en Cercano Oriente y África del Norte, en China y en la región de Asia y el Pacífico (excluidas India y China) se basa por completo en el aumento del rendimiento, motivado por la disminución prevista de la superficie cosechada de cereales, semillas oleaginosas, cultivos de azúcar, legumbres, algodón, raíces y tubérculos.
“El mundo nos está mostrando claramente cuál es el camino a seguir, intensificar el uso de tecnología para asegurar e incrementar la producción de alimentos, abastecer el mercado interno y generar excedentes para mercados internacionales”, señaló Justiniano, a tiempo de reclamar un trabajo conjunto con los diferentes niveles de gobierno, para establecer cronogramas de acciones para fortalecer el acceso a tecnología en maquinaria, equipamientos, semillas, insumos y genética, y así propiciar la mejora en los rendimientos.
Además, señaló que urge resolver temas como la seguridad jurídica, particularmente el tema de avasallamientos; mayor interdicción en el tema el contrabando, acelerar el fortalecimiento de la infraestructura de transporte como el caso de Puerto Busch, y la apertura y diversificación de mercados de exportación.