En los primeros cinco meses de 2022, el ingreso de divisas por la exportación de soya y derivados creció en 64%. De enero a mayo se comercializó este grano por un monto de $us 873,7 millones frente a los $us 532,4 millones obtenidos en similar período de 2021.
De acuerdo con los datos procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) en base a información del Instituto Nacional de Estadística (INE), el volumen de exportación de la soya también creció en 46%. Este año, de enero a mayo se exportó 1.453,2 toneladas de la oleaginosa comparado con las 998,7 toneladas de igual período de 2021.
La soya y sus derivados representan el tercer producto más exportado del país, antecedido por los no tradicionales, como minerales e hidrocarburos. La oleaginosa es el primer producto que se exporta del sector no tradicional.
El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Óscar Mario Justiniano, explicó que los precios internacionales de la soya son beneficiosos, lo cual se tradujo en mayores ingresos de divisas al país por la exportación de las semillas y sus derivados.
“El año pasado hubo un repunte interesante gracias al buen verano que se tuvo, el factor climático ayudó al aumento de la producción de la soya”, dijo.
Similar opinión fue vertida por el presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores de Oriente (CAPPO), Isidoro Barrientos, quien indicó que los precios internacionales favorecieron al sector ya que este fenómeno no se daba hace 12 años.
“Después de 12 años hemos visto un mayor precio. Más o menos llegó a costar $us 500 la tonelada, por esa razón hubo mayor exportación”, indicó el agricultor.
FRONTERA.
También señaló que uno de los factores para el incremento de producción fue la ampliación de la frontera agrícola. Según Barrientos, en vez de sembrar productos como arroz, maíz y otros granos, los productores optaron por la soya. “Los arroceros, no todos, en vez de sembrar arroz, sembraron soya y otros que iban a sembrar maíz prefirieron sembrar soya y en algunas partes de la ganadería prefirieron vender ganado y sembrar soya”, indicó.
Explicó que, en el caso de las zonas donde se siembra arroz, la 2,43 t por hectárea es el rendimiento promedio de la soya sequía favoreció a que se siembre la soya, ya que generalmente los lugares donde se produce arroz son húmedos y no aptos para la soya.
Agregó que este factor de expansión favoreció a los pequeños productores, debido al alto precio de este grano. “Por eso se incrementó el cultivo de la soya en mayor superficie y no así en producción”, sostuvo Barrientos.
Dijo que debido a las sequías, el rendimiento de la soya por hectárea en terrenos de los pequeños productores bajó de 1.000 a 700 kilos. “La producción de soya de los pequeños productores representa el 45% de lo que se produce. Si rindiera nuestros cultivos entre dos a tres toneladas por hectárea sería una lotería para nosotros. Como hubo rendimiento bajo, no hubo mucha utilidad, pero los precios internacionales nos han permitido pagar algunas deudas”, señaló.
Para Justiniano, el tema del crecimiento de la frontera agrícola representa el 1,6% en el último tiempo, debido a que ningún productor quiere seguir generando crecimiento si es que no puede tener mayor productividad. “La productividad es clave en este caso y cualquier productor necesita generar más producción en la misma área que produce”, dijo.
De acuerdo con la memoria anual 2021 de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la soya es el cultivo con mayor área de siembra en Santa Cruz. En la campaña de verano 2020/2021 se sembraron 1.055.000 hectáreas y se cosecharon 1.029.500 hectáreas con un rendimiento promedio de 2,43 toneladas por hectárea y una producción de grano de 2.568.351 toneladas.
SOLICITUD.
Al igual que la CAO, los pequeños productores y los interculturales demandan la implementación de la biotecnología en los cultivos de Santa Cruz.
Según Justiniano, se ha demostrado que con el ingreso de nuevos eventos tecnológicos como el HB4 y Soya RR, que en el mundo dejaron de ser nuevos, pero para los productores son de gran relevancia, se puede incrementar hasta un 30% la producción de soya en la misma área sembrada.
“El año pasado estábamos entre 2,9 a 3,2 toneladas por hectárea en siembra, eso varía de acuerdo a la zona, pero estamos apuntando a mejorar ese techo que se tenía de las 3, 2 toneladas en promedio por hectárea”, dijo.
Al pedido del empresario se alineó el representante de los pequeños productores, quien indicó que el único evento aprobado por el Gobierno es la soya RR, que se habilitó en 2022, pero que de esa fecha para adelante existen otros eventos mejores para enfrentar el cambio climático.
“El único habilitado es la soya RR glifosato y los otros no están permitidos por decreto, pero existe en nuestro país. En nuestro departamento sembramos y cultivamos clandestinamente. No es porque uno quiera, pero uno busca la necesidad de enfrentar los cambios “, señaló el representante de los pequeños productores.
1 Soya RR En el país solo existe un evento transgénico autorizado legalmente en el año 2002.
2 Sojapar R75 y R19 Fueron lanzadas en la última versión de la Exposoya. Ambas tienen un gen resistente a la roya, enfermedad que afecta a este grano.
3 TMG Estrella RR Otro evento lanzado por Fundacruz, cuenta con ciclo precoz que se adapta a todo tipo de suelo, ideal para las zonas Norte y Este de Santa Cruz.
Producción de soya subiría con semillas mejoradas
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, señaló que el año pasado se exportó la soya y sus derivados por un valor $us 1.365 millones y que si se hubiera tenido eventos con semillas mejoradas de soya, se tendría un rendimiento mayor de producción, de tal manera que se hubiera exportado 700.000 millones adicionales, sin aumentar un metro cuadrado de siembra. “Este año, con los precios que están vigentes, el ingreso por exportación de soya y derivados para el país podría haber sido de 1.000 millones de dólares adicionales, gracias a la biotecnología”, dijo Rodríguez.
Indicó que mantiene su posición: abogar por el uso de la biotecnología para beneficio de los consumidores, del medio ambiente y de los agricultores. Destacó que los cultivos modificados son buenos desde tres puntos de vista, primero porque los alimentos que se generan a través de semillas mejoradas son saludables para los seres humanos y animales. Segundo, porque los alimentos transgénicos contaminan menos el medio ambiente, debido a que se hace un uso menor de plaguicidas.
“Como se utiliza menos plaguicidas se quema menos diésel por lo tanto se produce menos gases de efecto invernadero que agreden al medio ambiente”, señaló.
Finalmente, mencionó que los cultivos genéticamente modificados son de beneficio para los productores porque bajan los costos de producción, porque las plantas se desarrollan con mayor productividad, aumenta la producción y aumenta el ingreso de los productores.
La semana pasada la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarios de Bolivia (CSCIOB) y pequeños productores exigieron al Gobierno una ley que regule el uso de biotecnología en sus cultivos para enfrentar el cambio climático.
Fuente: La Razón
https://www.la-razon.com/financiero/2022/07/24/ingreso-de-divisas-por-la-exportacion-de-soya-crecio-en-64-hasta-mayo/