Carne argentina (bife chorizo) se vende en la frontera en Bs 40, vinos de alta gama a 35 y 45 bolivianos y aceite, alimentos y otros un 50% menos que en el país.
Alimentos, vinos, cerveza y otros productos de contrabando entran cada día hasta el territorio nacional desde Argentina a través de las denominadas “casas binacionales”, que están ubicadas en la frontera con ese país.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, estuvo hace algunos días en Yacuiba y comprobó que a unos 50 metros del puente binacional se encuentran estas viviendas por donde los bagalleros ingresan la mercadería.
“Estuve en Yacuiba y es la primera vez que tengo la experiencia, me han llevado a través de una casa. El puente binacional estaba cerrado y al lado, a unos 50 metros aproximadamente, hay varias casas. Entramos por una de las casas hacia un patio, previo pago de un peaje en una ventanilla, y de ahí nos internamos por una pequeña quebrada que es el límite de los dos países y entramos a un garaje en una casa en Salvador Maza y de ahí a una calle en Argentina”, contó. Añadió que éstos son los canales que usan los bagalleros que transportan la mercadería desde Argentina hasta Bolivia, donde hay sectores como pequeñas playas donde se almacena la mercadería.
En ese lugar se hacen los pedidos, transacciones y se decide el lugar donde llegan los comerciantes bolivianos para consolidar la carga y llevarla a diferentes departamentos del país.
Según Blazicevic, funciona como un pequeño mercado donde si alguien quiere cerveza, realiza el pedido, acuerda el precio a primera hora de la mañana y en la tarde, a las 15:00, recibe la mercadería que traen los bagalleros. “Entran muchas bebidas alcohólicas, detergentes, productos de limpieza, aceites, carne de res a un 50% menos del precio que se puede encontrar en el país, es de no creer. Bolivia es un enorme mercado para ellos”, precisó Blazicevic.
Por ejemplo, en el lugar existe un frigorífico que vende carne argentina envasada al vacío a un precio de 40 bolivianos, cuando en La Paz puede llegar a costar entre 70 y 80 bolivianos. Un vino de alta gama que cuesta de 100 a 150 bolivianos, en Yacuiba está entre 30 y 45 bolivianos.
De acuerdo con el presidente de la CNI, se debe entender que las ciudades fronterizas viven del comercio y que hay acuerdos binacionales para transportar mercadería hasta cierto límite y monto, pero las autoridades deben mejorar los controles.
Señaló que el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando debe realizar tareas de interdicción en la frontera y la Aduana en territorio nacional, pero no hay claridad sobre las competencias. Por otra parte, los municipios no tienen incentivos para ser parte de la lucha contra el contrabando y se debe trabajar en ese ámbito, complementó.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) estima que la cifra por la internación de mercadería de contrabando al país alcanza a unos 2.300 millones de dólares cada año.
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco ) calcula que la cifra alcanza a los 400 millones solamente en la categoría alimentos y bebidas.
Revelaciones en Argentina
Un reportaje difundido el 10 de noviembre en el canal Todo Noticia y su portal www.tn.com.ar reveló que los contrabandistas usan los patios de las casas para pasar desde Argentina hacia Bolivia.
Se las llama “casas binacionales” y representan una frontera. Están ubicadas a tan sólo 100 metros del paso fronterizo internacional Pocitos-Salvador Mazza, se indica en la nota y refiere que un equipo de Telenoche Investiga entró a una casa por Salta y desembocó por la puerta trasera en Yacuiba, Tarija, donde no hay ningún control oficial.
“Esta frontera porosa y vulnerable es la principal vía de acceso de narcóticos a nuestro país. En especial por la llamada ‘ruta blanca’ o la ruta Nacional 34”, se señala en el reportaje.
“El contrabando es algo incontrolable y es una frontera bastante complicada porque son 22 kilómetros de frontera seca. Hay que poner un gendarme cada 20 metros o hacer un muro, cosas que son imposibles”, detalló Fabián Renfinge, concejal de la UCR de Salvador Mazza.
Del lado argentino la encargada de cobrar es una mujer. Subiendo y bajando por un cañadón seco se accede a la casa, se cruza el patio y se llega a Bolivia. Allí hay que volver a pagar. A las personas que cruzan les dan un ticket celeste que habilita el salvoconducto para el regreso. En cuestión de minutos y sin controles, se logra llegar al país vecino, revela el reportaje.
En Salvador Mazza hay un secreto a voces: un camino escondido en la selva por el que llegan camiones llenos de diferentes cargas y que se reducen para pasarlas a través del bagayeo a la ciudad de Yacuiba. Al llegar a Bolivia es impresionante la cantidad de gente con distintos bultos que espera para pasar.
De acuerdo con la investigación de ese canal argentino, son varias las casas que funcionan como cruces clandestinos y una de las más famosas es la de El Rana, un hombre que asegura que las autoridades no controlan. A través de una cámara escondida, el equipo de Telenoche Investiga hizo este recorrido y se cruzó con dos gendarmes que miraron para otro lado.
Calificó como falsas las cifras de contrabando que se difunden. “No salimos con datos irresponsables que no están basados en ningún estudio. Alegremente, se dan datos de millones de daño al PIB, sin mostrar un estudio serio, sin decirnos qué metodología usan”, precisó.
Serrudo añadió que si las cifras sobre el contrabando fueran reales, “veríamos nuestra carreteras plagadas de camiones ingresando a ciudades, nuestro asfaltado dañado y el combustible no alcanzaría para el dato que mencionan”.