Por: Gary Antonio Rodríguez A.

La forma de salir de la crisis económica y generar empleos de calidad en el país, dada la alta capacidad de reacción a corto plazo del sector, tiene nombre y apellido -AGROEXPORTACIÓN- sin desatender el mercado interno boliviano. Todo un mérito, como para apoyarlo en todo, en vez de ponerle cortapisas con la biotecnología o restricciones a la exportación, ¿verdad?.

De un tiempo a esta parte, todos los medios de comunicación en el mundo reportan malas noticias, ya sea por la pandemia del Covid-19 y la crisis económica generalizada derivada de ella, así como también por los dramas derivados de la pérdida de empleos que desestabilizan a los hogares, llegando a ser parte de la explicación del aumento de muertes por esta última razón; ocurre en diferentes partes del planeta y Bolivia no es la excepción.

Sin embargo, como en medio de las nubes -o cuando pasa la lluvia- siempre aparece radiante el sol, igual -en medio de las arideces- una buena noticia…

Este es el caso de lo que acontece hoy en nuestro país, cuando, luego de un año para el olvido (o para recordar cuán frágil es el ser humano) en medio de la crisis que afecta a la generalidad de sectores productivos, comerciales y de servicios, aparece una luz de esperanza: el buen desempeño del comercio exterior, dando la pauta de lo que podría llegar a ser una lección aprendida y consagrar a futuro un crecimiento económico sin precedentes en el país.