El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Óscar Mario Justiniano, opinó que esta medida debe ir apoyada por otras complememtarias que permitan sancionar de manera más dura el contrabando. “Lo que puede suceder es que al momento de poner mayor impuestos a una importación legal, es posible que lo poco legal migrará a lo ilegal”, observó.
Según Justiniano, para evitar esto son necesarias medidas estructurales contra el contrabando de alimentos. “El problema es que se tipifica como delito de contrabando cuando la mercadería supera las 200 mil UFV (470 mil bolivianos), peor debería considerarse delito a partir de 5 mil UFV (11.700 bolivianos)”, precisó Justiniano.
También se debe ampliar las facultades de interdicción contra el contrabando, adecuando la normativa para que el Senasag y la Aduana puedan ingresar en cualquier momento a los mercados y centros de expendio de productos en las zonas urbanas, entre otras medidas.