En 2018, la entidad generó Bs 21,9 millones, que representó cerca del 80% de sus ingresos. En 2020, al igual que otras instituciones, también quedó afectada.
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) se trazó el desafío de recuperar los volúmenes de certificación de semillas que alcanzaba hasta hace dos años con 120 mil toneladas (t), tomando en cuenta que en 2020, durante el gobierno inconstitucional, éstos cayeron a 70 mil t.

El director general ejecutivo del Iniaf, Hugo Rolando Chambilla Silva, informó que durante los 11 meses del gobierno de facto la entidad a su cargo no fue la excepción en el mal manejo administrativo que sufrieron las instituciones públicas.

Dijo que desde el golpe de Estado, en noviembre de 2019, el Iniaf paralizó sus actividades técnicas, de investigación, de apoyo a la producción agrícola y otros.

Un hecho particular, indicó Chambilla, fue la reducción del volumen de certificación de semillas a 70 mil t, número menor al registrado en 2018, cuando alcanzó su pico más alto con 120 mil t.

De acuerdo con el ejecutivo, esto afectó “grandemente” a la sostenibilidad económica del Iniaf, tomando en cuenta que cerca del 80% de sus ingresos se generan por los servicios de certificación  y fiscalización de semillas, y el restante 20% proviene del Tesoro general de la Nación (TGN).

“Para este año, el desafío y el reto que tenemos con la parte técnica, con la Dirección Nacional de Semillas, es recuperar los niveles de certificación de semillas que era hace unos dos años, estamos hablando de 120 mil toneladas de semilla certificada”, dijo.

Este proceso de certificación de 120 mil t de semillas y fiscalización representó para el Iniaf ingresos por Bs 21,9 millones en 2018. Asimismo, generó un ahorro a Bolivia de Bs 141,6 millones al no tener que importar la semilla certificada para su uso en el sector agrícola del país.